sábado, 20 de abril de 2013

Entrevista a María José Suárez, mezzosoprano


“Las redes sociales son una poderosa herramienta para atraer a nuevo público”


“Cantante, psicóloga y amante de la vida, las personas leales y el Real Oviedo”. Así se define la mezzosoprano ovetense María José Suárez en su perfil de Twitter. Activa usuaria de las redes sociales, forma parte de un ambicioso proyecto que trata de incorporarlas al mundo de la música clásica: ‘Clásica y Tuits’, que estos días, paralelamente a los ensayos de ‘La Verbena de la Paloma’, narra por internet las peripecias de los ensayos. Suárez, además, interpreta a Casta, la rubia “hija del Pueblo de Madrid” a la que canta Don Hilarión en sus coplas. Nos recibe en el Campoamor ultimando detalles para el estreno de hoy, y reflexiona sobre poder de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y su necesidad de integrarlas en este mundo. Nos explica además qué cambios vamos a encontrar en la nueva versión de Marina Bollaín y su razón de ser.

Fuente: twitter @mariajosu68
¿Qué tiene la partitura de Bretón que más de un siglo después sigue siendo la más popular del repertorio?
Calidad musical. Bretón era un hombre muy ilustrado, y escribió una música magnífica. Es una joya, muy condensada, pero una joya al fin y al cabo.

¿No ha perdido fuerza al haber sido interpretada tanto y de tantas formas diferentes?
Ha sucedido mucho con el género zarzuelístico. A menudo se ha despreciado interpretándola de cualquier manera. Afortunadamente ahora al género se le está dando el valor que tiene, y las zarzuelas se están haciendo con buenas orquestas, buenos coros y buenos cantantes, además de con escenógrafos excelentes.

Sorprenderá ver a un Hilarión más rejuvenecido. ¿Cree que dignifica su parte musical al ser cantado por un barítono lírico?
Es una idea de Marina Bollaín. Trae a la actualidad a ese personaje, que en realidad lo que hizo fue heredar la farmacia de su abuelo, el viejo Don Hilarión que todos conocemos. Es cierto que cantado por un barítono joven se interpreta de otra manera, no me atrevo a decir que sea mejor, pero sí que es una visión nueva de la música.

Siempre hay reticencias a este tipo de actualizaciones…
Yo soy muy ‘moderna’ en mis planteamientos estéticos. A mí me parece perfecto: porque el lenguaje costumbrista de la zarzuela es muy actual. ‘La Verbena de la Paloma’ está modernizada porque se puede hacer y así fue concebida por sus autores.

¿Se ha ‘tocado’ la partitura?
No. La música de Bretón se ha tratado con el máximo respeto y permanece intacta, y para mí gana.

¿Por qué?
Porque además de cantar la maravillosa partitura de ‘La Verbena de la Paloma’, en esta producción hacemos una verbena real, que complementa el espectáculo. Esto aporta una brillantez, un dinamismo y una diversión que suman a favor del espectáculo.

Todos los personajes han sufrido una cierta revisión. El suyo, Casta, ha ganado mucho protagonismo.
Así es. Casta es un personaje muy divertido: pasa de todo y sólo quiere pasarlo bien en la verbena. Y en esta producción canta, cuando va a la peluquería del Tío Antonio interpreta la ‘soleá’ “En Chiclana me crié”, que antes hacía una cantaora. Vocalmente es un regalo, que, como decía antes, aporta también una visión nueva de la partitura al ser interpretada por otro registro. 


¿Qué papel juega la tecnología actual en esta producción?
Los avances tecnológicos están presentes en toda la obra. Por ejemplo, y volviendo a la escena de la peluquería, yo salgo con mi teléfono y tuiteo en directo desde el escenario. Además expresiones como “mándale un whatsapp” aparecen cuando estamos esperando por Hilarión y no llega.



Usted es una cantante muy activa en Twitter. ¿Las redes sociales atraen a gente nueva a estos espectáculos?
Son fundamentales. Los modelos antiguos o tradicionales no funcionan. Hay que llegar a otro tipo de público y son una vía muy poderosa. Y los resultados se notan: existe una dinamización, se habla más y la interacción lleva a que después la gente se acerque a las taquillas y compre su entrada.

Háblenos del proyecto ‘Clásica y Tuits’.
Es una idea que surgió en Oviedo, a través de la empresa IBCmass. A mí me captaron porque cuando hicimos ‘Lucia di Lammermoor’ en la Ópera de Oviedo yo empecé a tuitear de una manera espontánea sin saber nada del proyecto. Me llamaron y desde entonces colaboro con ellos. Hemos hablado con varios teatros de España y han apostado por ello. En Oviedo existe una página social auspiciada por el Ayuntamiento (verbenadelapaloma.oviedo.es) donde se van colgando novedades en las redes sociales: fotos, vídeos de los ensayos, comentarios desde las entrañas del teatro…

¿Y dónde quiere llegar?
‘Clásica y tuits’ quiere ser una especie de magazine donde se hable de lo que acontece en las temporadas musicales que quieran verse reflejadas ahí. Se informará de todo lo que acontece contando siempre con opiniones de gente con criterio que nos comentarán el día a día de la música en España. Nuestra intención es llegar a hacer retransmisiones en directo, lo que sería ideal para la gente que no se pueda mover de casa.

¿Existen reticencias a la hora de mostrar estas intimidades?
Más en las orquestas que en los teatros, aunque por lo general tengo que decir que la colaboración ha sido absoluta por parte de todos los organismos a los que les hemos propuesto este proyecto.

¿Desvelar a través de vídeos y fotos fragmentos que se verán después en la función no rompe la magia del teatro?
Para nada. Los fragmentos son muy cortos y te dejan con ganas de más, hacen más atractiva la producción. Funcionan como un gancho, como un tráiler de cine que te muestra pinceladas de la película para crear la necesidad de verla completa. Antes uno leía unas notas al programa, ahora tenemos la oportunidad de ver cómo se trabaja y qué va a pasar ahí.

Viendo esa página social se vislumbra una ambiente muy festivo y desenfadado en esta Verbena…
Es una fiesta. La hemos hecho varias veces, la última hace un mes y medio en los Teatros del Canal, y no me canso. Además, la energía que ha aportado el coro de la Capilla Polifónica aquí en Oviedo, que está totalmente entregado a la función, la hace ganar enteros. Incluso el Maestro Conti se ha sumado a esta celebración.

¿Cómo es la visión de un italiano de algo tan español como ‘La Verbena de la Paloma’?
Marzio Conti es un gran maestro y un gran músico. La música se hace a través de la partitura, y Bretón escribió páginas de enorme calidad, pero que ayudan al intérprete. Conti la ha ido haciendo suya, aporta una visión nueva, que a mí me gusta mucho. Lo importante es la calidad del director, no importa de dónde venga. Además ha demostrado un interés excepcional por la producción y participa de ella como uno más.

La Verbena del siglo XXI



Hace una década Marina Bollaín presentaba ‘Noche de verano en la Verbena de la Paloma’, una revisión de uno de los buques insignia de Tomás Bretón (y por extensión de la lírica española) que alcanzó un gran éxito tanto en España como en sus salidas por Europa (fue estrenada en el Hebbel-Theater de Berlín en 2002). Retomada esta temporada por los Teatros del Canal, desembarca en Oviedo como segundo título de la temporada de zarzuela, bajo la dirección musical de Marzio Conti y con las voces de Amparo Navarro, César San Martín, María José Suárez, Emilio Sánchez, Itxaro Mentxaka, David Rubiera y Juanma Cifuentes, acompañados por la Oviedo Filarmonía y la Capilla Polifónica. Desde hoy, y durante tres funciones –los días 20, 22 y 23 de abril– una de las producciones de zarzuela más solventes de este siglo XXI podrá verse en Oviedo.

Tomás Bretón concibió ‘La Verbena de la Paloma’ como un fresco donde cabían toda clase de referencias culturales de la época de su estreno, que tuvo lugar en el Teatro Apolo de Madrid en 1894. Su fulgurante éxito se asentó pronto entre el pueblo, que incluso adoptó expresiones que tienen lugar en el libreto firmado por Ricardo de la Vega y que hoy en día siguen utilizándose, como “hay de todo, como en botica” u “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”.

Buscando continuar con este espíritu de reflejo de la cultura popular Bollaín se permite modificar personajes, añadir escenas y cambiar diálogos, siempre respetando escrupulosamente la partitura original. De esta manera el viejo boticario Don Hilarión se convierte en una suerte de joven y hortera farmacéutico, nuevo rico y aficionado al golf. Las jóvenes Casta y Susana son las que sufren menos modificaciones, pero Julián –enamorado de Susana, que trata de ponerle celoso con Hilarión en la verbena– es ahora un joven sin dinero, varado por la crisis en su trabajo de butanero. También la Tía Antonia se actualiza de vieja alcahueta a esperpéntico peluquero (ahora lo interpreta un barítono que se amolda al registro vocal del personaje). La señora Rita regenta un bar, y todos los vecinos conviven en una peculiar casa llena de vida (un andamio que recuerda al 13 Rue del Percebe), que acogerá la mayoría de la función, para dar paso en el final a la verbena propiamente dicha.

Rumba, bolero, música popular, fútbol… Todas las nuevas constantes en la vida de Madrid en una calurosa noche de 14 de agosto (fecha de las fiestas de San Lorenzo, San Cayetano y La Virgen de la Paloma) están presentes en este montaje que introduce a la Verbena de la Paloma en el siglo XXI, con la idea de continuar con el espíritu de Bretón de recoger todas las referencias posibles que hiciesen más cercana su obra a los espectadores. Tanto entonces como ahora, se busca la empatía e incluso el reconocimiento en alguno de los personajes.

Bretón fue la segunda opción para el libreto de De la Vega (en un principio iba a ser Chapí el encargado de ponerlo en música), escribiendo la partitura en apenas 19 días, cuando ya se ensayaba el texto. La noticia de que finalmente sería Bretón el autor de la música no fue bien recibida al principio, ya que éste nunca había compuesto un sainete. Pero ‘La verbena de la Paloma’ resultó todo un éxito y un gran acontecimiento el día de su estreno, y el genio del compositor hizo que cada número fuese un éxito rotundo, desde las seguidillas (“Por ser la Virgen de la Paloma…”), hasta las coplas de Hilarión (“Una morena y una rubia…”). Con una música exquisita, llena de momentos insuperables, quizá la habanera (“¿Dónde vas con mantón de manila?”) haya sido el más recordado.

‘La Verbena de la Paloma’ fue concebida como obra de género chico –es decir, con una duración corta que permitiese realizar más funciones a lo largo del día e incrementar ganancias en los teatros– y normalmente se suele representar dentro de un programa doble con alguna otra zarzuela de la misma condición (‘La Revoltosa’ de Chapí es tradicionalmente su compañera). Sin embargo, en este caso asistiremos a un montaje sin descansos que alarga la función hasta los noventa minutos mediante añadidos del diálogo, algún número musical externo y, sobre todo, la reescritura del acto final de la obra en la Verbena (para la que Bretón no había escrito música) y que promete algunas de las mayores sorpresas del título, no en vano se trata de recrear la actual Verbena de la Paloma en Madrid.

Un reparto vocal de alto nivel completa la propuesta, encabezado por María JoséSuárez y Amparo Navarro (Casta y Susana), César San Martín (Julián) David Rubiera (Hilarión), Juanma Cifuentes (Antonio) e Itxaro Mentxaka (Rita). Junto a la orquesta y coro titulares del festival –Oviedo Filarmonía y Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo– será igualmente interesante la visión que el italiano Marzio Conti de la obra. Conti, que ya aportó interesantes novedades el año pasado en ‘El Caserío’ de Guridi, aportará un nuevo enfoque de una obra de sobra conocida por los españoles.



FICHA

Noche de verano en la Verbena de la Paloma
Música de Tomás Bretón
Libreto de Ricardo de la Vega (versión de Marina Bollaín).

Personajes e intérpretes:
Julián: César San Martín
Susana: Amparo Navarro
Sebastián-Sereno: Emilio Sánchez
Casta: María José Suárez
Don Hilarión: David Rubiera
Señora Rita: Itxaro Mentxaka
Tío Antonio: Juanma Cifuentes
Severiana-Cantante pop: Cristina Luar
Bailaora: Olga Castro
Tabernero: Manuel Lobo

Oviedo Filarmonía
Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo
Dirección musical: Marzio Conti
Dirección de coro: Rubén Díez

Directora de escena: Marina Bollaín
Escenografía: Josune Lasa / Natascha Von Steiger / Josune Cañas
Vestuario: Josune Lasa / Teresa Mora
Iluminación: Rafael Mojas