Publicado en Asturias Diario el 12 de octubre de 2013
La Ópera de Oviedo continúa su temporada cumpliendo con los
cánones en cuanto a efemérides se refiere, y si el mes pasado fue Wagner el
homenajeado por su 200 aniversario con ‘El oro del Rin’, ahora le llega el
turno a su rival, Verdi, que también celebra su bicentenario, con la
representación de ‘La Traviata’. Esta nueva producción con dirección de escena
de Susana Gómez ya ha sido presentada en El Escorial, San Sebastián y Córdoba
con enorme éxito. Propone trasladar la historia a la España de posguerra,
convirtiendo a Violeta en acompañante de los señores de la alta burguesía madrileña
en los años 40. Ailyn Pérez y Aquiles Machado son el dúo protagonista,
acompañados de nombres solventes como María José Suárez, Gabriele Viviani, Jon
Plazaola o José Manuel Díaz. A partir de mañana, y durante cuatro funciones
(13, 15, 17, 19) más una función con reparto joven con las voces principales de
Carmen Romeu y José Luis Sola (18 de octubre) la ópera más representada del
mundo vuelve al Campoamor.
Adaptando ‘La dama de las camelias’ de Dumas, Verdi dio con
la clave de su éxito. ‘La Traviata’ se inscribe dentro de una exitosa trilogía
–junto con ‘Il Trovatore’ y 'Rigoletto'– con la que el compositor de Pésaro daba
por cerrada una primera etapa dura de trabajo, que él mismo denominó “años de
galeras” por el trabajo sin descanso que supusieron.
Ya plenamente asentado, Verdi apostó fuerte por dar un golpe
de timón en su producción. Hasta ‘La Traviata’ había creado dramas históricos,
con personajes nobles que presentaban historias más o menos duras, pero que no
hacían que el público se sintiese plenamente identificado con ellos. ‘La
Traviata’ suponía un fidedigno retrato de la sociedad contemporánea: por su
escenario desfilaban hombres y mujeres similares a los que estaban sentados en
las butacas el día del estreno. Y la crítica a una sociedad insensible,
alienada y cruel que maltrata a una prostituta hasta el día de su muerte fue un
duro ataque para un público poco acostumbrado a reflexionar sobre su situación.
Esta fue la razón principal de su fracaso el día de su estreno en La Fenice
Veneciana, el 6 de marzo de 1853.
Los problemas ya se habían vislumbrado un año antes, cuando
Francesco María Piave entregó su libreto y las autoridades obligaron a
modificarlo, situándolo en un ficticio siglo XVIII y cambiando su nombre a
‘Amor y muerte’. Además, el vestuario trataba de alejar la ópera de su época
correspondiente, presentando trajes de la Francia prerrevolucionaria, todo con
la intención de enmascarar la temática. Sin embargo, nada impidió que la
crítica verdiana fuese clara, lo que unido a un reparto sin la fuerza
dramática que requiere el título convirtió el estreno en una noche aciaga.
A pesar del fracaso, empresarios y directores de orquesta
convencieron a Verdi para que autorizara una segunda representación de la
ópera, pero el compositor exigió buenos cantantes por miedo a un segundo
fracaso. Finalmente cedió a la solicitud del teatro San Benedetto de Venecia y
tras algunas modificaciones la ópera volvió a representarse el 6 de mayo de
1854, con un éxito enorme del que ya jamás podrá desprenderse hasta el punto de
convertirse, según las estadísticas, en la obra más representada del mundo,
superando las 500 ‘traviatas’ diferentes en este 2013.
A Oviedo llega en una coproducción con San Sebastián, El
Escorial, Córdoba y Pamplona. La
firma la asturiana Susana Gómez, ya una habitual en la temporada ovetense desde
que su propuesta semiescénica de ‘Norma’ en 2011 cosechase grandes alabanzas hasta el punto de
ser representada el verano pasado en el Festival de Perelada.
Susana
Gómez propone una visión del drama aún más cercano, trasladando la acción a la
España posfranquista, en plenos años 40. Violeta se mueve ahora entre la alta
sociedad española, el bando ganador de una cruel guerra que sigue humillando a
personajes como la protagonista. La ampulosidad de los vestidos
diseñados por Gabriela Salaverri inspirados en el Hollywood clásico, la
amplitud de una escenografía sin muchos elementos, pero amplia y poderosa,
creada por Antonio López e iluminada por Alfonso Malanda, y la coreografía de
Ferrán Carvajal crean este nuevo contexto para una historia de sobra conocida
pero que aún fascina al público.
La
protagonista absoluta, Violeta, será interpretada en Oviedo por Ailyn Pérez,
soprano americana que ha hecho de este rol su punto fuerte. Este año representará
‘La Traviata’ en Hamburgo, Munich, la Ópera de San Francisco, el Covent Garden
o la Royal Opera House de Londres. El pasado 2012 supuso la confirmación de
esta cantante, que recibió el premio Richard Tucker, así como el decimoquinto
permio anual Plácido Domingo.
Su
enamorado Alfredo tendrá en Aquiles Machado otro cantante de garantías. Este
tenor venezolano encarna el antiguo ideal de tenor verdiano: poderoso en los
graves y con potentes agudos, su capacidad dramática y su fuerte presencia
escénica le han granjeado el reconocimiento mundial. Desde su debut en 1996
Machado se ha presentado en los mejores teatros del mundo, aunque donde
disfruta de mayor reconocimiento es en Europa.
El joven barítono Gabriele Viviani será Giorgio Germont,
padre de Alfredo, un personaje clave dentro de la historia. Junto a él María
José Suárez como la confidente Flora, Jon Plazaola como Gastone, Carlos Daza
como Douphol, Marta Ubieta como Annina y José Manuel Díaz como Marqués D´Obigny
suponen un quinteto de garantías en los papeles secundarios, de gran
importancia en la obra.
Con estos mimbres, con la Ópera de Oviedo apostando a
caballo ganador y con una nueva visión del drama que ha cosechado grandes
alabanzas allí donde se ha presentado, ‘La Traviata’ apunta al éxito de la
temporada en el Campoamor. A partir del domingo toca comprobarlo.
FICHA
La traviata
Música de Giuseppe Verdi.
Libreto de Francesco Maria Piave, basado en La Dame aux Camélias de Alexandre Dumas, hijo (1848).
Ópera en tres actos.
Nueva coproducción de la Ópera de Oviedo, Festival de Verano de El Escorial, Quincena Musical de San Sebastián, Auditorio Baluarte de Pamplona y Gran Teatro de Córdoba.
PERSONAJES E INTERPRETES
Violetta Valery: Ailyn Pérez / Carmen Romeu (18/10/2013)
Flora Bervoix: María José Suárez.
Annina: Marta Ubieta.
Alfredo Germont: Aquiles Machado / José Luis Sola (18/10/2013)
Giorgio Germont: Gabriele Viviani / José Antonio López (18/10/2013)
Gastone: Jon Plazaola.
Barón Douphol: Carlos Daza.
Marqués D´Obigny: José Manuel Díaz.
Doctor Grenvil: David Sánchez.
Dirección musical: Carlo Montanaro / Pablo Mielgo (18/10/2013).
Dirección de escena: Susana Gómez.
Diseño de escenografía: Antonio López.
Diseño de vestuario: Gabriela Salaverri.
Diseño de iluminación: Alfonso Malanda.
Coreógrafo: Ferran Carvajal.
Orquesta Oviedo Filarmonía.
Coro de la Ópera de Oviedo.
Teatro Campoamor de Oviedo.
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