Publicado en Asturias Diario el 14 de junio de 2014
El próximo miércoles, y durante tres funciones (18, 20 y 22
de junio) el Festival de Teatro Lírico de Oviedo recupera una de las obras
cumbre de la producción de Ruperto Chapí: ‘Curro Vargas’. Estrenada el
pasado mes de febrero en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, cuenta con la
dirección de escena del británico Graham Vick, que promete una visión más
‘europea’ de una tragedia asentada en el folklore español, además de la
dirección musical de Martín Baeza-Rubio, y contará con las voces de Alejandro
Roy, Cristina Faus y Joan Martín-Royo en los papeles principales.
‘Curro Vargas’ no es más que la continuación del Chapí
que se encumbró con ‘La Bruja’, con un rico lenguaje
musical heredero de modelos wagnerianos y un sólido libreto –firmado por
Joaquín Dicenta y Manuel Paso– con pinceladas veristas que no rehuye el
compromiso ni la tragedia, que incluso se recrea en el dolor y que busca el
conocimiento de los personajes para de esta manera tratar de entender la doble
inmolación que acontece al final de la historia.
El argumento, basado en ‘El niño de la bola’ de
Pedro Antonio de Alarcón, narra la vida de un pueblo inquieto ante el regreso
de su paisano Curro Vargas, antiguo pretendiente de Soledad a quien ella
correspondía y había jurado fidelidad, y que fue hace un tiempo despreciado por
el padre de la joven (ahora ya muerto), pues deseaba para su hija un marido
rico. Curro salió de su pueblo en busca de fortuna, pero antes lanzó una amenaza
de muerte sobre quien lograra el amor de esa mujer y sobre la mujer misma.
Musicalmente demuestra un rico conocimiento teatral del
compositor, que define claramente dos grupos de cantantes (nobles y villanos),
que no obstante, y a pesar de las diferencias habituales en sus líneas de
canto, experimentan la tragedia en mayor o menor medida, con un halo de
tristeza que atraviesa toda la partitura.
Con estos mimbres Chapí, Dicenta y Paso construyen una
mordaz crítica social llena de matices y complejos niveles de lectura, un rico
estudio de los comportamientos humanos que encierra un profundo debate ético y
moral: violencia de género, explotación laboral, pasiones encontradas y el
poder de la religión son temas transversales que aparecen a lo largo de la partitura.
A pesar de constituir una cima dentro de la producción de
Chapí, ‘Curro Vargas’ había caído en un olvido desde ahora reparado, para poner
sobre el escenario la versión sin cortes tal y como se concibió para su estreno
el 10 de diciembre de 1898 en el teatro Parish de Madrid. El encargado de
llevarla a la escena es Graham Vick, uno de los más prestigiosos directores de
escena del mundo, director de la Brimingham Opera Company, y habitual
colaborador de Paolo Pinamonti, director del Teatro de la Zarzuela, que desde
su llegada al cargo en Madrid tuvo muy claro que quería llevar a la zarzuela a
un nuevo nivel, internacionalizándola con profesionales de este calibre.
Vick presenta una visión contemporánea, acercando al drama a
nuevos públicos con toques pop, incluso ‘almodovarianos’, recalcando el
costumbrismo y poniendo sobre la mesa que, a pesar de la distancia temporal,
los valores morales y religiosos no han cambiado tanto en España.
En el foso del Campoamor se encontrará un debutante en la
ciudad, Martín Baeza-Rubio, director titular del Ensamble Moderno de
la Deutsche Oper de Berlin, será el encargado de llevar a buen puerto esta
compleja partitura.
El tenor asturiano Alejandro Roy será el protagonista
absoluto de la función, con un rol tremendamente exigente, que implica un
enorme desgaste vocal y mental. Compartirá escenario con Cristina Faus en el
papel de Soledad, la enamorada de Curro que se ha casado con Don Mariano,
encarnado por el barítono Joan Martín-Royo. Un plantel de secundarios de lujo
completan el elenco, con Luis Álvarez como el padre Antonio, Milagros Martín
como Doña Angustias, Israel Lozano como Timoteo o Gerardo Bullón como el
Capitán Velasco.
Pese a lo minimalista de la producción, basada en un
rotativo y elementos alegóricos de la vida de los personajes, muy en el estilo
‘inglés’ que es marca de la casa de Vick, las grandes escenas que constituyen
cada uno de los finales de acto (tres en total) subirán al escenario a cerca de
cien personas, entre solistas, coro, figurantes, bailarines, y la participación
de la Banda de Música Ciudad de Oviedo, que tendrá un importante papel en la
procesión que cierra el segundo acto. En total estamos ante un espectáculo que
se extiende hasta casi las cuatro horas de duración, con dos descansos de por
medio.
FICHA
Curro Vargas
Curro Vargas
Música de Ruperto Chapí y libreto de Joaquín Dicenta y Antonio
Paso y Cano, basado en el libro "El niño de la bola" de Pedro Antonio
de Alarcón
Producción del Teatro de la Zarzuela
Dirección escénica de Graham Vick
Dirección musical de Martín Baeza-Rubio
Producción del Teatro de la Zarzuela
Dirección escénica de Graham Vick
Dirección musical de Martín Baeza-Rubio
Personajes e intérpretes:
Soledad: Cristina Faus
Doña Angustias: Milagros Martín
Rosina: Ruth González
La Tía Emplastos: Aurora Frías
Curro Vargas: Alejandro Roy
Timoteo: Israel Lozano
Don Mariano Romero: Joan Martín-Royo
El capitán Velasco: Gerardo Bullón
El padre Antonio: Luis Álvarez
El señor Pedro / Alcalde: Airam de Acosta
Soledad: Cristina Faus
Doña Angustias: Milagros Martín
Rosina: Ruth González
La Tía Emplastos: Aurora Frías
Curro Vargas: Alejandro Roy
Timoteo: Israel Lozano
Don Mariano Romero: Joan Martín-Royo
El capitán Velasco: Gerardo Bullón
El padre Antonio: Luis Álvarez
El señor Pedro / Alcalde: Airam de Acosta
Orquesta Oviedo Filarmonía
Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo (director: Rubén Díez)
Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo (director: Rubén Díez)
Banda de Música Ciudad de Oviedo
Funciones: 18 y 20 de junio (20 horas) y 22 de junio (19
horas)