sábado, 16 de noviembre de 2013

‘Don Pasquale’ se hace a la mar en Oviedo

Publicado en Asturias Diario el 16 de noviembre de 2013


El ‘bel canto’ vuelve a Oviedo de la mano de Donizetti y una de sus óperas señeras: ‘Don Pasquale’. A partir del próximo domingo, y durante cuatro funciones (los días 17, 19, 21 y 23) más una representación con reparto joven (el día 22) la del anciano que cumple su deseo de casarse con una joven protagonizará el tercer título de la Temporada de Ópera. Carlos Chausson, Beatriz Díaz y Antonio Gandía serán el trío principal de esta comedia de enredo que su director de escena, Curro Carreres, traslada a un barco dentro de la alta comedia de Hollywood. Marzio Conti dirigiendo a la Oviedo Filarmonía completan un cartel que devuelve el género bufo al Campoamor, tras los dramas wagnerianos y verdianos.


Fuente: http://www.currocarreres.es/

Donizetti era consciente de que los grandes cambios dramáticos que se estaban produciendo tenían como consecuencia el desprecio a un sector de público más conservador, espectadores que continuaban demandando comedias en el por entonces antiguo ‘estilo rossiniano’, que por entonces aún seguían estando en el repertorio. El compositor había escrito de modo muy espontáneo algunas obras de este tipo en los inicios de su carrera, así que se planteó ‘Don Pasquale’ como un ejercicio de estilo, una pieza ‘de época’ para recuperar a ese público distante.


El propio compositor, con la ayuda del Giovanni Ruffini, se encargó del libreto. La trama está ligeramente inspirada en la comedia ‘Epicone’, escrita en 1609 por el comediógrafo inglés Ben Jonson, si bien es probable que Donizetti no lo conociese. De hecho se suele apuntar como fuente literaria otro libreto, realizado por Angelo Anelli para la ópera ‘Ser Marcantonio’ del compositor Stefano Pavesi estrenada en 1810.

Fuente: http://www.currocarreres.es/
Con esta ópera Donizetti y Ruffini compusieron una suerte de comedia social, con una trama que alterna las clásicas situaciones de la ópera bufa con incursiones en el terreno del realismo solemne, apoyado en el mito del anciano y la joven, un tema recurrente en la historia de la música. En el caso de ‘Don Pasquale’ se trata del viejo enamorado del que se burla una pareja de jóvenes. La obra es una farsa cruel sobre los intereses creados alrededor de un anciano rico y avaro, dispuesto a gastar su dinero por el amor de una joven manirrota y pizpireta. Inscrita dentro del género bufo, revierte el statu quo presentando situaciones que, por inimaginables, pueden resultar cómicas. El papel de la mujer dominadora como un elemento casi exótico, que se convierte en el perfecto catalizador para poner en escena versos satíricos, situaciones descabelladas o enredos urdidos en pos de un objetivo a priori inalcanzable.

La ópera fue estrenada en el Teatro Italiano de París el 3 de enero de 1943 y desde entonces formó parte del reducido grupo de óperas de Donizetti que no llegó a desaparecer nunca, aunque su presencia se hizo menos frecuente a comienzos del siglo XX. A partir de 1940, antes de la llegada del proyecto ‘Donizetti Renaissance’ que puso en valor las obras perdidas del autor, ‘Don Pasquale’ volvió a aparecer con asiduidad en los repertorios de las casas de ópera de todo el mundo.

Donizetti demuestra su natural capacidad para la creación de bellas melodías y un instinto dramático inigualable similar al de Rossini, que le hace conectar con el público de una manera muy directa. Todo ello se combina con una madurez creativa que se presenta plenamente en esta ópera, heredera del ‘bel canto’, con una línea vocal muy cuidada y una utilización de los conjuntos de manera mucho más dramática y efectiva. La partitura exige a los cantantes una gran agilidad, además de un dominio de la afinación y ‘fiato’ para los largos fraseos. El canto es el gran protagonista, exigiendo al cantante una gran agilidad vocal, exactitud en la afinación, largo fraseo y brillante virtuosismo. En la obra se encuentran los elementos definitorios de la ópera de este estilo: cavatinas, cabaletas, nocturnos, dúos, tercetos, concertantes… la transición entre números es mucho más fluida gracias a la supresión del recitativo seco que sustituye por un dinámico y eficaz recitativo acompañado, lo que contribuye a que la acción avance más rápidamente. 

Fuente: http://www.currocarreres.es/
La propuesta escénica de Curro Carreres que veremos en Oviedo fue estrenada en 2006 en la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, y traslada la acción al siglo XX, emplazándola en un barco y rodeándola de un ambiente hollywoodiense heredero de las llamadas ‘comedias de teléfono blanco’, historias ligeras de enredos sentimentales que hacían furor en la década de los 40. Carlos Chausson, toda una institución dentro de los bajos bufos, representará el papel del anciano Don Pasquale, y la soprano asturiana Beatriz Díaz realiza su debut en un papel protagonista en el Campoamor en el papel de Norina. El cuarteto protagonista lo completan Antonio Gandía como Ernesto, enamorado de Norina y Bruno Taddia como el doctor Malatesta. 

Como ya ocurrió en ‘La Traviata’ el día 22 tendrá lugar una función con reparto joven a precios reducidos, que contará con Ricardo Seguel (Don Pasquale), Elena Sancho-Pereg (Norina), Jesús Álvarez (Ernesto) e Isaac Galán (Malatesta). Marzio Conti, titular de la Oviedo Filarmonía estará junto a su orquesta en el foso para un título que devolverá el ‘bel canto’ y la diversión del género bufo a Oviedo.






FICHA

Don Pasquale

Música de Gaetano Donizetti.
Libreto de Giovanni Ruffini y Gaetano Donizetti, basado en el que Angelo Anelli escribió para la ópera de Stefano Pavesi, Ser Marcantonio (1810).
Dramma buffo en tres actos.
Estrenado en el Teatro Italiano de París, el 3 de enero de 1843.
Producción de la Ópera de Oviedo procedente de la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria.

PERSONAJES E INTÉRPRETES
Don Pasquale: Carlos Chausson / Ricardo Seguel (22/11/2013)
Doctor Malatesta: Bruno Taddia / Isaac Galán (22/11/2013)
Ernesto: Antonio Gandía / Jesús Álvarez (22/11/2013)
Norina: Beatriz Díaz / Elena Sancho-Pereg (22/11/2013)

Dirección musical: Marzio Conti
Dirección de escena: Curro Carreres
Diseño de escenografía: Esmeralda Díaz
Diseño de vestuario: Silvia García
Diseño de iluminación: Eduardo Bravo
Coreografía: Antonio Perea

Orquesta Oviedo Filarmonía.
Coro de la Ópera de Oviedo.

Funciones: 17 (19 horas), 19, 21 y 23 (20 horas) de noviembre
Segundo reparto: 22 de noviembre

Teatro Campoamor de Oviedo

sábado, 12 de octubre de 2013

Una Traviata ’asturiana’ para celebrar el bicentenario de Verdi

Publicado en Asturias Diario el 12 de octubre de 2013


La Ópera de Oviedo continúa su temporada cumpliendo con los cánones en cuanto a efemérides se refiere, y si el mes pasado fue Wagner el homenajeado por su 200 aniversario con ‘El oro del Rin’, ahora le llega el turno a su rival, Verdi, que también celebra su bicentenario, con la representación de ‘La Traviata’. Esta nueva producción con dirección de escena de Susana Gómez ya ha sido presentada en El Escorial, San Sebastián y Córdoba con enorme éxito. Propone trasladar la historia a la España de posguerra, convirtiendo a Violeta en acompañante de los señores de la alta burguesía madrileña en los años 40. Ailyn Pérez y Aquiles Machado son el dúo protagonista, acompañados de nombres solventes como María José Suárez, Gabriele Viviani, Jon Plazaola o José Manuel Díaz. A partir de mañana, y durante cuatro funciones (13, 15, 17, 19) más una función con reparto joven con las voces principales de Carmen Romeu y José Luis Sola (18 de octubre) la ópera más representada del mundo vuelve al Campoamor.


Adaptando ‘La dama de las camelias’ de Dumas, Verdi dio con la clave de su éxito. ‘La Traviata’ se inscribe dentro de una exitosa trilogía –junto con ‘Il Trovatore’ y 'Rigoletto'– con la que el compositor de Pésaro daba por cerrada una primera etapa dura de trabajo, que él mismo denominó “años de galeras” por el trabajo sin descanso que supusieron.

Ya plenamente asentado, Verdi apostó fuerte por dar un golpe de timón en su producción. Hasta ‘La Traviata’ había creado dramas históricos, con personajes nobles que presentaban historias más o menos duras, pero que no hacían que el público se sintiese plenamente identificado con ellos. ‘La Traviata’ suponía un fidedigno retrato de la sociedad contemporánea: por su escenario desfilaban hombres y mujeres similares a los que estaban sentados en las butacas el día del estreno. Y la crítica a una sociedad insensible, alienada y cruel que maltrata a una prostituta hasta el día de su muerte fue un duro ataque para un público poco acostumbrado a reflexionar sobre su situación. Esta fue la razón principal de su fracaso el día de su estreno en La Fenice Veneciana, el 6 de marzo de 1853.

Los problemas ya se habían vislumbrado un año antes, cuando Francesco María Piave entregó su libreto y las autoridades obligaron a modificarlo, situándolo en un ficticio siglo XVIII y cambiando su nombre a ‘Amor y muerte’. Además, el vestuario trataba de alejar la ópera de su época correspondiente, presentando trajes de la Francia prerrevolucionaria, todo con la intención de enmascarar la temática. Sin embargo, nada impidió que la crítica verdiana fuese clara, lo que unido a un reparto sin la fuerza dramática que requiere el título convirtió el estreno en una noche aciaga.


A pesar del fracaso, empresarios y directores de orquesta convencieron a Verdi para que autorizara una segunda representación de la ópera, pero el compositor exigió buenos cantantes por miedo a un segundo fracaso. Finalmente cedió a la solicitud del teatro San Benedetto de Venecia y tras algunas modificaciones la ópera volvió a representarse el 6 de mayo de 1854, con un éxito enorme del que ya jamás podrá desprenderse hasta el punto de convertirse, según las estadísticas, en la obra más representada del mundo, superando las 500 ‘traviatas’ diferentes en este 2013.

A Oviedo llega en una coproducción con San Sebastián, El Escorial, Córdoba y Pamplona. La firma la asturiana Susana Gómez, ya una habitual en la temporada ovetense desde que su propuesta semiescénica de ‘Norma’ en 2011  cosechase grandes alabanzas hasta el punto de ser representada el verano pasado en el Festival de Perelada.
Susana Gómez propone una visión del drama aún más cercano, trasladando la acción a la España posfranquista, en plenos años 40. Violeta se mueve ahora entre la alta sociedad española, el bando ganador de una cruel guerra que sigue humillando a personajes como la protagonista. La ampulosidad de los vestidos diseñados por Gabriela Salaverri inspirados en el Hollywood clásico, la amplitud de una escenografía sin muchos elementos, pero amplia y poderosa, creada por Antonio López e iluminada por Alfonso Malanda, y la coreografía de Ferrán Carvajal crean este nuevo contexto para una historia de sobra conocida pero que aún fascina al público.

La protagonista absoluta, Violeta, será interpretada en Oviedo por Ailyn Pérez, soprano americana que ha hecho de este rol su punto fuerte. Este año representará ‘La Traviata’ en Hamburgo, Munich, la Ópera de San Francisco, el Covent Garden o la Royal Opera House de Londres. El pasado 2012 supuso la confirmación de esta cantante, que recibió el premio Richard Tucker, así como el decimoquinto permio anual Plácido Domingo.

Su enamorado Alfredo tendrá en Aquiles Machado otro cantante de garantías. Este tenor venezolano encarna el antiguo ideal de tenor verdiano: poderoso en los graves y con potentes agudos, su capacidad dramática y su fuerte presencia escénica le han granjeado el reconocimiento mundial. Desde su debut en 1996 Machado se ha presentado en los mejores teatros del mundo, aunque donde disfruta de mayor reconocimiento es en Europa.


El joven barítono Gabriele Viviani será Giorgio Germont, padre de Alfredo, un personaje clave dentro de la historia. Junto a él María José Suárez como la confidente Flora, Jon Plazaola como Gastone, Carlos Daza como Douphol, Marta Ubieta como Annina y José Manuel Díaz como Marqués D´Obigny suponen un quinteto de garantías en los papeles secundarios, de gran importancia en la obra.

Con estos mimbres, con la Ópera de Oviedo apostando a caballo ganador y con una nueva visión del drama que ha cosechado grandes alabanzas allí donde se ha presentado, ‘La Traviata’ apunta al éxito de la temporada en el Campoamor. A partir del domingo toca comprobarlo.





FICHA


La traviata
Música de Giuseppe Verdi.
Libreto de Francesco Maria Piave, basado en La Dame aux Camélias de Alexandre Dumas, hijo (1848).
Ópera en tres actos.
Nueva coproducción de la Ópera de Oviedo, Festival de Verano de El Escorial, Quincena Musical de San Sebastián, Auditorio Baluarte de Pamplona y Gran Teatro de Córdoba.

PERSONAJES E INTERPRETES

Violetta Valery: Ailyn Pérez / Carmen Romeu (18/10/2013)
Flora Bervoix: María José Suárez.
Annina: Marta Ubieta.
Alfredo Germont: Aquiles Machado / José Luis Sola (18/10/2013)
Giorgio Germont: Gabriele Viviani / José Antonio López (18/10/2013)
Gastone: Jon Plazaola.
Barón Douphol: Carlos Daza.
Marqués D´Obigny: José Manuel Díaz.
Doctor Grenvil: David Sánchez.

Dirección musical: Carlo Montanaro / Pablo Mielgo (18/10/2013).
Dirección de escena: Susana Gómez.
Diseño de escenografía: Antonio López.
Diseño de vestuario: Gabriela Salaverri.
Diseño de iluminación: Alfonso Malanda.
Coreógrafo: Ferran Carvajal.

Orquesta Oviedo Filarmonía.
Coro de la Ópera de Oviedo.
Teatro Campoamor de Oviedo.

sábado, 14 de septiembre de 2013

La ópera de Oviedo comienza la temporada con el Wagner más tecnológico

Publicado en Asturias Diario el 14 de septiembre de 2013


Con casi setenta años de historia, la Temporada de Ópera de Oviedo arranca este domingo cubriendo una de sus grandes carencias históricas: la Tetralogía Wagneriana. En una fecha tan propicia como la del bicentenario del compositor, ‘Das Rheingold’ (El oro del Rin) abrirá un camino de cuatro años –un título para cada temporada– con una novedosa puesta en escena de Michal Znaniecki basada en proyecciones y hologramas creados por la empresa Visual Scenic. Guillermo García Calvo dirige a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias con un reparto donde figuran Tómas Tómasson (Wotan), César Guitérrez (Loge), Elena Zhidkova (Fricka), Eike Wilm Schulte (Alberich), Felipe Bou (Fasolt), Kurt Rydl (Fafner) y Maite Alberola (Freia). Funciones los días 15, 17, 19 y 21 de septiembre.


Fuente: FB Ópera de Oviedo

El ciclo del Anillo del Nibelungo es el gran proyecto vital de Richard Wagner. Dedicó veintiséis años a dar forma a esta mastodóntica obra que supera las quince horas de duración, dividida en cuatro óperas para las que el compositor también escribió el libreto: ‘El oro del Rin’ (Das Rheingold), ‘La valquiria’ (Die Walküre), ‘Sigfrido’ (Siegfried) y ‘El ocaso de los dioses’ (Götterdämmerung) con forman el ciclo.

Wagner creó la historia del Anillo fusionando elementos de diversos mitos y cuentos folclóricos germanos escandinavos. Las Eddas de la antigua mitología nórdica proveyeron gran parte del material para ‘El oro del Rin’, que contiene además la misma trama del cuento ‘El gato con botas’. En esta primera ópera se presenta la masa aurífera que descansa en el fondo del Rin; robada por el enano nibelungo Alberich para forjar con ella un anillo mágico que concede a su portador el poder de dominar el mundo asumiendo con él la maldición que lo obligará a renunciar al amor. Diversos seres míticos luchan después por la posesión del anillo, incluido Wotan (Odín), el líder de los dioses.

Aunque estamos ante la primera ópera del ciclo del Anillo, fue la última en ser concebida. Los planes de Wagner para su Tetralogía fueron hacia atrás a partir de la muerte del héroe Sigfrido, para incluir su juventud y luego la historia de los acontecimientos en torno a su concepción y de cómo la valkiria Brunilda fue castigada por haber intentado salvar a sus padres contra las instrucciones de Wotan. De manera que en agosto de 1851, Wagner escribió "Me propongo producir mi mito en tres dramas completos....". Sin embargo, para el mes de octubre, había decidido que esta trilogía requería un preludio y el texto fue debidamente alterado para reflejar el cambio. A la frase añadió las palabras, "que serán precedidas por un gran prólogo". Pese a que el Oro del Rin recibió la definición de prólogo, estamos ante una ópera en un solo acto de una duración aproximada de dos horas y media.

Poco amigo de la estructura tradicional de la ópera consistente en una serie de números cerrados (arias, dúos, concertantes) unidas únicamente por una trama. En la Tetralogía llevó al máximo la idea de melodía infinita, donde no existen las interrupciones entre números y la música fluye desde el comienzo hasta el final de cada acto

Como nuevo cimiento para sus óperas, Wagner adoptó el uso de lo que él llamó “Grundthemen”, o temas base, que se conocen desde entonces como motivos temáticos o más propiamente leitmotivs. Estos son melodías o fragmentos musicales recurrentes, ligados ocasionalmente en una misma tonalidad y a menudo en una orquestación distintiva, que denotan musicalmente una acción, objeto, emoción, personaje u otro tema mencionado en el texto y/o presentado en escena.

Fuente: FB Ópera de Oviedo
En total son alrededor de doscientos los leitmotivs que estructuran todo el ciclo de cuatro óperas, aunque en En concreto en ‘El Oro del Rin’ se presentan únicamente veintinueve. En la mayoría de los casos estos motivos temáticos son confiados a la orquesta y sólo en unas pocas ocasiones son interpretados por los cantantes; de hecho, la orquesta es el principal instrumento de comunicación de la ópera wagneriana. La escritura orquestal de Wagner, vanguardista en todos los aspectos, fue la referencia obligada de muchos compositores hasta finales del siglo XIX y comienzos del XX. 

El escritor irlandés George Bernard Shaw sostiene la visión socialista de que la Tetralogía es una alegoría del capitalismo y sus abusos. Otros han interpretado la obra en términos de la psicología junguiana y los más pesimistas, incluido el propio compositor, influenciado por la filosofía de Schopenhauer, han visto en el ciclo una representación simbólica de la imposibilidad de redención de la humanidad.

En la nueva producción de la Ópera de Oviedo el protagonismo de la música deberá de convivir con una de las grandes apuestas de la temporada: la escenografía virtual diseñada por Michal Znaniecki que creará espacios mediante proyecciones sobre objetos e incluso el vestuario de los artistas, así como mediante hologramas en tres dimensiones en una experiencia nueva para el Teatro Campoamor, poco amigo de innovaciones tecnológicas.
La obra wagneriana, siempre tan proclive a traslados espacio-temporales muy alejados de la mitología original descubrirá a partir del domingo una nueva propuesta que la introduce de lleno en el siglo XXI y en la era virtual. Sólo queda sentarse en la butaca y descubrir cuál es el resultado.







FICHA

DAS RHEINGOLD (El Oro del Rin) (prólogo de El Anillo del Nibelungo)
Música y libreto de Richard Wagner


PERSONAJES E INTERPRETES:
Wotan: Tómas Tómasson.
Donner: David Menéndez.
Froh: Jorge Rodríguez Norton.
Loge: César Gutiérrez.
Alberich: Thomas Gazheli.
Mime: Daniel Norman.
Fasolt: Felipe Bou.
Fafner: Kurt Rydl.
Fricka: Elena Zhidkova.
Freia: Maite Alberola.
Erda: Birgit Remmert.
Woglinde: Eugenia Boix.
Wellgunde: Sandra Ferrández.
Flosshilde: Pilar Vázquez.

Dirección musical: Guillermo García Calvo
Dirección de escena y vestuario: Michal Znaniecki
Escenografía virtual: Visual Scenic
Diseño de iluminación: Bogumil Palewicz.

Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias

Funciones: 15 (19 horas), 17, 19 y 21 de septiembre (20 horas). Teatro Campoamor de Oviedo



miércoles, 10 de julio de 2013

Clásica y Tuits: CARMNA BURANA






Carl Orff

Versión de La Fura dels Baus

Director: Marzio Conti
Oviedo Filarmonía

Barítono: Thomas Bauer
Sopranos: Beatríz Díaz y Luca Espinosa
Contratenor: Xavier Sabata

Coro: Orfeón Pamplonés
Director Coro: Igor Ijurra

12 y 13 de julio, Teatro Campoamor.


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sábado, 18 de mayo de 2013

‘El Gato Montés’, ópera española en el Festival de Zarzuela



El festival de zarzuela programa una ópera para finalizar su Temporada, este año más corta de lo habitual. Desde el próximo martes se podrá ver ‘El Gato Montés’, de Manuel Penella, una nueva producción del Teatro de la Zarzuela de Madrid que este año se alzó con dos Premios Lírico Teatro Campoamor: a la mejor nueva producción de ópera española o zarzuela y al mejor cantante de ópera española o zarzuela para Ángel Ódena. Este montaje firmado por José Carlos Plaza, con coreografía de Cristina Hoyos, se podrá ver los días 21, 23 y 24 de mayo, bajo la dirección de Oliver Díaz, y las voces de  Saioa Hernández, Andeka Gorrotxategui, Ángel Ódena, Milagros Martín y Luis Cansino.


El pasodoble de ‘El Gato Montés’ es una pieza icónica de la cultura taurina en España. Una página escrita originalmente para esta ópera con el afán de reproducir sonoramente una verdadera corrida de toros, entremezclado con vítores y palmas del coro, ante la imposibilidad de representarla en escena. Interpretada hasta la saciedad por bandas a lo largo de todo el mundo, sobrevivió durante muchos años al olvido en el que cayó la obra. También se salvó del ostracismo el dúo de soprano y tenor “Torero quiero ser”, que suele ser interpretado por cantantes de todo el mundo en las galas líricas. Pero hasta ahí llega el conocimiento del gran público con respecto al trabajo de Penella, que suele tomar la parte por el todo y considerar que se trata de una obra pintoresca y menor, cuando la realidad es que se trata de una ópera –es decir, sin diálogos hablados– que se alarga hasta más allá de las dos horas de duración, con fuerte influencia de Wagner y Puccini, una cuidada instrumentación y gran carga dramática.


Cuenta la historia de Juanillo, ‘El Gato Montés’, un gitano obligado a huir a las montañas por haber matado al señorito que trató de abusar de su novia Soleá. Cuando vuelve al pueblo a reclamar a su mujer se encuentra con que ha sido acogida por Rafael ‘El Macareno’, torero de incipiente éxito que regresa a Andalucía tras su triunfo en Madrid. El dilema de Soleá, que se debate entre el primer amor de Juanillo y su nuevo amor y agradecimiento a Rafael por haberla cuidado se entremezcla con la tragedia de la muerte (inevitablemente unida al destino del torero) y la culpabilidad de un pueblo que se siente cómplice de la desgracia del ‘Gato’.

Manuel Penella estrenó esta ópera en su Valencia natal el 22 de febrero de 1917 en el Teatro Principal. Desde el comienzo su éxito fue arrollador, lo que la llevó en junio de ese mismo año a Madrid, donde confirmó la aceptación del público. No tardó en cruzar a América, llegando al Park Theatre de Nueva York en diciembre de 1920, con Pastora Imperio y Concha Piquer en el reparto, siendo repuesta por aclamación popular un año más tarde. En ambas representaciones intervinieron Pastora Imperio y Concha Piquer.

Sin embargo, la dificultad de su realización, el poco apego que España siente por su ópera, y que sí vuelca en zarzuela, bien grande o bien género chico, hizo que poco a poco fuese cayendo en el olvido. Fue rescatada en 1992 con motivo de la Expo de Sevilla gracias al afán de Plácido Domingo, que usó su fuerte poder en la industria para llevarla a Estados Unidos e incluso grabarla en un sello puntero, la Deutsche Grammophon. Veinte años después se ha repuesto en un nuevo montaje, a cargo de José Carlos Plaza, que ya triunfó en Oviedo en 2011 con su particular visión de ‘Los Diamantes de la Corona’ de Barbieri. Para Plaza ‘El Gato Montés’ es “una explosión de luz, de color y de fuerza, donde se une el mito del minotauro (el toro y el torero) con el destino fatal de los españoles”.

La producción tiene otro punto fuerte en la colaboración de Cristina Hoyos como coreógrafa, a través de la coreografía de un garrotín y unas sevillanas que se integran en el conjunto. Pese a ser una ‘bailaora’ de flamenco, Hoyos siempre ha estado muy unida al mundo de la ópera (especialmente memorable fue su éxito con ‘Carmen’ en la Ópera de París en los años 80), y su trabajo aporta el toque andaluz y alivio al duro drama que se presenta en la escena. El asturiano Oliver Díaz será el encargado de dirigir a la Oviedo Filarmonía en el foso. Díaz, plenamente asentado en Madrid con su ambicioso proyecto de la Barbieri Symphony Orchestra es un director con una dilatada trayectoria que incluye visitas regulares a Latinoamérica y los Estados Unidos y, a pesar de este curriculum, es ésta la primera vez que se presenta en el festival ovetense.

En el reparto destaca la presencia del barítono Ángel Ódena que vuelve al Campoamor tras recoger en abril su premio como mejor cantante de lírica española en un papel complejo por lo ambiguo de sus intenciones. Junto a él dos jóvenes valores en alza, la soprano Saioa Hernández se presenta en Oviedo como Soleá, y el tenor Andeka Gorrotxategui como Rafael. Importantes nombres en los papeles secundarios, como Luis Cansino (Hormigón), Milagros Martín (Frasquita) y Rubén Amoretti (Padre Antón) completan un reparto que, junto a la habitual presencia de la Capilla Polifónica, dará por terminada la temporada regular de este 2013 en el Festival de Zarzuela, si bien un concierto extraordinario en junio lo cerrará definitivamente.




FICHA

El Gato Montés
Ópera en tres actos y cinco cuadros
Música y libro de Manuel Penella Moreno
Estrenada en el Teatro Principal de Valencia el 22 de febrero de 1917
Producción del Teatro de la Zarzuela

Reparto:
Soleá: Saioa Hernández
Rafael: Andeka Gorrotxategui
Juanillo: Angel Odena
Padre Antón: Rubén Amoretti
Hormigón: Luis Cansino
Frasquita: Milagros Martín
Gitana: Marifé Nogales

Oviedo Filarmonía
Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo

Director Musical: Oliver Díaz
Dirección de Coro: Rubén Díez
Director de Escena: José Carlos Plaza
Ayudante de dirección: Jorge Torres
Coreografía: Cristina Hoyos
Escenógrafo/Iluminador: Paco Leal
Figurinista: Pedro Moreno

Oviedo, 21, 23 y 24 de mayo. Teatro Campoamor. 20 horas.

sábado, 4 de mayo de 2013

Entrevista a Marzio Conti, director de la Oviedo Filarmonía


Tratamos de innovar para llegar al corazón de la ciudad



Desde que llegó a Oviedo hace casi dos años el italiano Marzio Conti se ha ganado al público ovetense por su cercanía, pero también por el entusiasmo que le ha llevado al frente de la Oviedo Filarmonía, creando nuevos proyectos y dinamizando la vida musical de Oviedo sacando a la orquesta a la calle. Hoy en día la Oviedo Filarmonía no sólo va del foso del Campoamor al escenario del Auditorio: graba discos, hace música cinematográfica, o implica a todos los coros de Asturias, sean o no profesionales, en conciertos participativos. En esta entrevista nos desvela planes futuros y hace un repaso por esta incesante actividad. Se muestra preocupado por atraer con todas estas iniciativas a nuevos públicos, y ya comienza a ver frutos. Y además nos adelanta la noticia de que convertirán al Alcalde en ‘músico’ por un día.



¿En qué nivel situaría a la orquesta hoy?
Es difícil de decir. Es seguro que la orquesta ha subido de nivel en el último año y medio. Esto es gracias al trabajo de los músicos, de su voluntad por mejorar cada día. Todavía tenemos un gran margen de mejora.

¿Es la Oviedo Filarmonía una orquesta de foso?
En absoluto. La veo como una orquesta muy versátil. Es cierto que procuramos dar lo máximo en cada lugar y podemos adaptarnos a las circunstancias, es una de nuestras mayores virtudes.

Desde su llegada se ha mostrado muy cercano a la temporada de zarzuela ¿cómo es la visión desde Italia de este repertorio?
Para mí la zarzuela es un género que se encuentra en la sangre española, y sobre todo de esta ciudad. A mí me gusta mucho la música española, la siento muy cercana. La zarzuela es un género peculiar: unas veces más cercana a la opereta, otras más cercana a la ópera… Cuando me preguntan en Italia qué es la zarzuela sólo puedo contestar: la zarzuela es zarzuela.

Los Conciertos del Auditorio son también una actividad muy importante. ¿De qué manera influyen los directores y solistas invitados?
Somos la orquesta residente del ciclo, que es una de las más prestigiosas temporadas que hay en España, y es una gran responsabilidad compartir cartel con grandes nombres. Lógicamente Gergiev o la Sinfónica de Londres están en un escalón superior, pero creo que hacemos cosas muy buenas y nuestro trabajo ascendente va enfocado a mostrar todo lo que podemos hacer.

Desde su llegada se han impulsado las grabaciones…
Hemos grabado para Warner International un proyecto muy difícil. Es un doble CD con música de Saint-Saëns: la Sinfonía para Órgano, la Jota Aragonesa y el Concierto para violín con la ‘Introducción y Rondó Caprichoso’. Estará disponible en noviembre. Esta casa internacional nos ha abierto completamente la puerta porque la grabación les ha parecido muy buena, de un altísimo nivel.

¿Hay ya un nuevo proyecto de disco?
Queremos trabajar sobre repertorio grande español, con obras de Falla que hace muchos años que no han sido grabadas. Existen grabaciones, pero son antiguas, y nosotros queremos aplicar toda la tecnología disponible para conseguir un registro de calidad técnica y musical.

La orquesta se ha diversificado. También la música para cine ha estado muy presente…
Creo que es importantísimo crear situaciones que muevan a las personas sobre todo al público joven. En verano de 2011 llenamos la plaza de la catedral con música de John Williams y Nino Rota, y las proyecciones de ‘Metrópolis’ y ‘Alexander Nevsky’ con música en directo también abarrotaron el Campoamor y el Auditorio.

¿Y dan resultado?
Ha sido sorprendente la reacción del público. Las colas para acceder al Auditorio en ‘Alexander Nevsky’ eran enormes y hemos notado una respuesta entusiasta. Mi objetivo es recoger esas colas para los conciertos de temporada.

¿Cómo se implica al público?
Tratamos siempre de innovar para llegar al corazón de la ciudad. Los conciertos participativos cantando el ‘Carmina Burana’ o coros de ópera vincularon a las formaciones corales de toda Asturias con la orquesta, y eso deja poso. Además te puedo adelantar que el alcalde participará como músico de la Oviedo Filarmonía en un proyecto que estamos preparando para septiembre.

¿Seguirá la apuesta social?
Sí, repetiremos en 2015 los conciertos participativos en Oviedo, es una experiencia que me gusta mucho y este año los haré, pero en Tenerife. Cualquier cosa, por pequeña que sea, va sumando. Son piedras que se van colocando para conseguir algo más grande.

Este nuevo público ¿cambiará la visión del público tradicional asturiano? Siempre se le ha considerado como difícil.
No lo veo así. Que el público sea exigente nos obliga a mejorar más, y eso es bueno. En Oviedo existe una de las mejores ofertas de España: dos orquestas, dos teatros, ópera, zarzuela, conciertos en el Auditorio…  ¿Público difícil? No lo veo como un problema ¿Acaso es más fácil el de Londres, París o Roma? El público nos impulsa a crecer.


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