Ambición, traición y lucha por el poder.
Ingredientes que desde siempre han movido al mundo y que Haendel, como autor
especialista en las bajas pasiones y el gusto del ser humano por dominar al
prójimo, puso en escena tomando la historia de Agrippina en 1709. La Ópera deOviedo presenta desde el próximo domingo el título más ambicioso de la
temporada, tanto por su estilo musical –hablamos de ópera barroca– como por su
duración –alrededor de las cuatro horas– como por el desconocimiento de la
composición para el gran público. También la puesta en escena, inspirada en las
series de televisión de los años 80 ‘Dallas’ y ‘Dinastía’, será un elemento a
tener en cuenta. Todo en cuatro funciones que desarrollarán en el Teatro
Campoamor los días 16, 18, 20 y 22 de diciembre las luchas de Agrippina por el
trono de emperatriz de Roma.
Hace apenas dos años la Ópera de Oviedo
alzaba el telón de su LXIII temporada con ‘La Coronación de Popea’ de
Monteverdi. Un éxito que confirmó el gusto del público asturiano por la ópera
barroca y que ya presentaba a algunos de los personajes que Haendel recuperó
para ‘Agrippina’ en una suerte de ampliación de la historia. Si en el título
monteverdiano se nos presentaba la historia de Nerón y Popea, y Agrippina era
apenas un personaje accesorio, en la ópera que se estrena mañana ésta pasa a
ser la protagonista absoluta.
Haendel se centra en la lucha de Agrippina, casada
con Claudio en segundas nupcias, por la sucesión en el trono de su hijo Nerón.
En pos de esta meta asistiremos a un despliegue de medios que persiguen como
único fin el ascenso al poder: difamación, engaño, traición… Todo es válido
para ir apartando a los débiles de la política e imponer la voluntad de la
protagonista.
Basándose en hechos y personajes citados
ampliamente en las crónicas de los escultores Tácito y Suetonio, Vicenzo
Grimani –diplomático erudito que era embajador del Imperio austriaco ante la
Santa Sede, virrey de Nápoles y empresario teatral– escribió un sangriento libreto que poseía una de
las mejores historias a las que Haendel puso música. La composición de
‘Agrippina’ vino motivada por un viaje de tres años del compositor a Italia. Su
estreno, el 26 de diciembre de 1709, la convirtió en un éxito inmediato,
alcanzando la insólita cifra para la época de 27 representaciones consecutivas.
Para el experto en barroco Cristopher Hogwood “es la primera
demostración de su genio que logró un éxito total; es un resumen, más que la
cima, de sus composiciones en Italia”.
El compositor contaba con tan sólo 24 años de
edad cuando le llegó el considerado primer gran triunfo de su carrera con esta
ópera. Sin embargo, la música que integra ‘Agrippina’ no es completamente
original. Muchos números proceden de composiciones anteriores, e incluso toma
‘prestadas’ algunas músicas de otros autores, como el teórico Johann Mathesson
o Reinhard Keiser, director de la Ópera de Hamburgo cuando Haendel tocaba en su
orquesta. A pesar de esto, su concepción global de este mastodóntico
drama, que jamás le hace perder interés, y su fuerte sentido teatral, hacen de
la ópera algo único.

La trama de la ópera tenía gran actualidad en la Italia del
momento ya que en ella se trataban las razones subjetivas del ansia y la
sucesión en el poder y enlazaba con los acontecimientos europeos de la época:
la Guerra de Sucesión Española. Vincenzo Grimani apoyaba la facción de los
Habsburgo mientras que el Papa Clemente XI estaba al lado de Francia y España.
La rivalidad que tiene lugar en la ópera entre Nerón y Otón se asemejaba a la
lucha que existía en aquel tiempo entre las Casas de Habsburgo y Borbón, que
aspiraban al trono español, en tanto que Popea simbolizaba la Corona Española
deseada por las dinastías de Francia y Austria.

Con una batuta experta en este
tipo de repertorios como Benjamin Bayl, al frente de una OSPA reforzada en el
continuo por los hermanos Zapico (Forma Antiqva), el reparto estará encabezado
por Pietro Spagnoli como Claudio y Anna Bonitatibus como Agrippina. Al barítono
italiano es habitual verle en Oviedo en roles rossinianos (‘El barbero deSevilla’, ‘La italiana en Argel’), donde se siente más cómodo y donde ha
cosechado sus mayores reconocimientos. Sin embargo, la relación entre el canto
de Rossini y la música barroca es tan estrecha que incluso Bonitatibus ofreció
hace poco más de una semana un recital en el Auditorio Príncipe Felipe con
obras de Rossini, previo a su actuación en el Campoamor. Serena Malfi en el
papel masculino de Nerón completa el trío protagonista de este cuarto título de
la Temporada de Ópera de Oviedo.
FICHA
Agrippina
Música de Georg Friedrich Haendel
Libreto de Vincenzo Grimani.
Dramma per musica en tres actos, estrenado en el Teatro San
Giovanni Crisostomo de Venecia en 1709..
Nueva producción de la Ópera de Oviedo y De Vlaamse Opera
PERSONAJES E
INTÉRPRETES
Claudio: Pietro Spagnoli
Agrippina: Anna Bonitatibus
Nerone: Serena Malfi
Poppea: Elena Tsallagova
Ottone: Xavier Sabata
Pallante: Joao Fernandes
Narciso: Flavio Ferri-Benedetti
Lesbo: Valeriano Lanchas
Giunone: Cristina Faus
Dirección musical: Benjamin Bayl
Dirección de escena: Mariame Clément
Diseño de escenografía y vestuario:
Julia Hansen
Diseño de iluminación: Bernd
Purkrabek
Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias
Funciones: 16 (18
horas), 18 (20 horas), 20 (20 horas) y 22 (20 horas) de diciembre. Teatro
Campoamor de Oviedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario