sábado, 23 de enero de 2010

Entrevista a Marco di Felice, barítono




23/01/2010

“Todo está escrito, sólo hay que hacer lo que Verdi demanda”

Debuta en el Campoamor sustituyendo a una de las grandes estrellas anunciadas para este año -Carlos Álvarez- pero su experiencia lo avala. El barítono italiano Marco di Felice es el protagonista absoluto de ‘Simon Boccanegra’, y se enfrenta por primera vez a un papel que le es muy cercano, por tratarse de personajes históricos de su Génova natal. Nos recibe en el teatro antes del estreno de hoy, y ofrece algunas claves para comprender mejor la hipnótica historia del corsario convertido en Dux de Génova.



Es su primera visita a Oviedo. ¿Cómo se encuentra en la ciudad?

Oviedo me gusta mucho, es una ciudad muy bonita. Se come muy bien, y eso es un problema, pero me gusta mucgo la parte norte de España. Ya había cantado en Bilbao, La Coruña y San Sebastian y me encanta la amabilidad natural de la gente.

¿Qué es lo peor de estar tanto tiempo fuera de casa?

Sin duda, los domingos, que descansamos. La ciudad parece un desierto, con todo cerrado y nadie en la calle.

Debuta en el papel de Simon Boccanegra. ¿Cómo lo ha preparado?

No ha sido una preparación al uso. Se necesita una disposición vocal y espiritual. Creo que es el papel más bonito de Verdi para un barítono. Además, para mí es especial, porque yo crecí en Génova, la ciudad de la ópera, y en su música se oye mi ciudad y su gente. Para mí tiene una resonancia emotiva muy fuerte.

Llega a Oviedo sustituyendo a Carlos Álvarez ¿es eso una responsabilidad?

Sé que aquí mi colega Carlos es muy querido, y que cualquier cosa que haga me llevará inevitablemente a una comparación con él, pero somos diferentes, cada uno proporciona su propia visión del personaje.

Su papel abarca 25 años de la vida de Simon Boccanegra. ¿Cambia su manera de cantar a lo largo de la representación?

Sí, porque el propio Verdi cambia la escritura. El personaje es el mismo, pero sufre una evolución espiritual y física, y se nota en la música. Verdi es un genio no sólo de la música, sino también del teatro, y él marca la diferencia entre el Boccanegra corsario del comienzo y el Dux Veneciano en que se convierte. Todo está escrito, sólo hay que hacer lo que el compositor demanda.

Es un papel vocalmente difícil, pero también el trabajo actoral es muy complejo

Para mí la dificultad principal es encontrar el equilibrio entre la fuerte emoción del personaje y la necesidad de mantener la cabeza fría. Mucho más en mi caso, que soy de Génova. Sólo el que ha vivido allí puede comprender lo que siento al cantar el Simon.

El mar siempre está presente

Sí, la gente habla del mar en Simon Boccanegra, pero no es el mar como concepto. Es el mar de Génova, específicamente. Los sonidos consiguen transportarte hasta la ciudad que Verdi conocía muy bien, porque era su segunda casa.

Uno de los grandes temas es la paternidad

Es uno de los temas verdianos más amables. Verdi perdió dos niños y conocía la tragedia de primera mano, la refleja de una manera cruda y emotiva.

También tiene una fuerte carga política

Sí. La historia de Italia es una historia de pequeños estados en guerra, y Verdi tenía mucha fe en la Italia unida. En esta ópera la figura de Simon es importante, porque en él se refleja Verdi y su fe en la unificación. Sabe que lo van a matar, da su vida por su pueblo y lo acepta, sin retórica ni heroicidades.

¿Estamos ante una ópera de hombres?

Puede que el papel de Ángeles Blancas no sea de los más reconocidos de Verdi, pero su papel mediador entre su padre y su novio, que son de facciones políticas enemigas, es crucial para lograr la paz social. Sus acciones son muy femeninas, aporta la sensibilidad y la cordura que le falta al mundo de los hombres.

El personaje de María, esposa de Simon muerta, nunca aparece, pero es el que mueve al resto, es crucial

Sí, ella está siempre presente. Simon antes de morir pronuncia su nombre junto al mar. Como yo lo veo, en ese momento escucha a su mujer llamarle desde el cielo y él responde, es realmente muy bonito. María es la mujer que Simon ama toda su vida, perdida por situaciones desafortunadas.

¿Todos los personajes tienen su evolución espiritual en esta ópera?

Sí. Fiesco (padre de la difunta María) es un aristocrático de una pieza, duro e insensible y de fuertes ideales. Pero al final él también comprende la necesidad del pueblo, y en el dueto final con Simon le acepta como hijo y padre de su nieta, a pesar de su origen corsario.

¿No hay ningún personaje negativo?

Sí, tenemos a Paolo, el traidor que envenena a Simon, que sería el ‘malo’. Se necesita para crear el conflicto, pero incluso la música antes de la muerte de Paolo produce horror y una cierta condescendencia del público hacia él. Él mismo canta “¡Horror!” al darse cuenta de lo que ha hecho y de las consecuencias que le reportarán sus actos tras su muerte.

Simon Boccanegra no es una ópera ‘fácil’ de Verdi como ‘Il Trovatore’ o ‘Traviata’…

Puede que sea algo complicada para alguien no acostumbrado a la ópera, porque la trama es complicada y exige una cierta atención, pero quien ama a la ópera, ama el ‘Simon’. Lo que no entiendo es que esta ópera esté en un segundo escalón por detrás de esos grandísimos títulos de Verdi, porque tiene tanta calidad como ellos, enlaza un momento de gran emoción tras otro.


N. del A.: Consiguió emocionarme al ver con qué pasión hablaba de su Génova natal: este hombre sentía lo que decía. Además, me dio un par de claves que utilicé días después de la entrevista en la conferencia previa al estreno del Simon Boccanegra que me encargó el bueno de Adolfo Domingo.

(Foto: Iván Martínez)

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