13/03/2010
La zarzuela se encuentra en un periodo constante de renovación: nuevas propuestas escénicas y revisiones argumentales abundan en los escenarios para revitalizar un repertorio que, hasta hace pocos años, se encontraba inmerso en el peligroso callejón de lo ‘rancio’ y ‘casposo’. Con mejor o peor fortuna, han ido proliferando estas nuevas lecturas de obras españolas que, por otra parte, tienen un tremendo valor y calidad musical. Una de las más celebradas es la que llega a Oviedo el próximo martes: un programa doble de obras de Manuel Fernández Caballero, ‘
Este espectáculo, procedente del Teatro Arriaga de Bilbao y el Teatre Lliure barcelonés, y firmado por Lluis Pascual, pretende poner en valor el género chico, un estilo que, según explicó Pasqual forma parte de los recuerdos de su infancia: "La zarzuela era la educación musical que teníamos muchos en aquellos años", dijo, al tiempo que lamentó que muchas veces haya una tendencia a mirarla "desde arriba". La zarzuela ha sobrevivido, según Pasqual, "yéndose al sótano, hasta que al final, ha podido salir a respirar".
Inspirado en un programa de radio en la postguerra española, esta propuesta reescribe todas las partes habladas de ‘Chateau Margaux’ para convertirla en un concurso musical del estilo a los que tanto proliferaban en aquella época, para dar paso más tarde a la radionovela, es decir, a la historia de ‘
‘Chateau Margaux’ fue el último éxito del teatro Variedades, iniciador del género chico. Se trata de una de las pocas obras de la década de los ochenta del siglo XIX perteneciente a este género que ha sobrevivido, y ello se debe fundamentalmente a la inspirada partitura de Caballero. Supuso la culminación de su producción en esta época, una excelente muestra de lo que puede considerarse como comedia musical, género más refinado, de más amplios horizontes que el sainete habitual, directamente inspirado en la forma del vaudeville aunque más breve y comprimido.
En la reinventada trama Lluis Pasqual nos sitúa en un estudio de radio de
Por su parte, ‘
Ambientada en el Madrid de 1812, la historia se enmarca dentro de la alianza de Inglaterra con España y la situación militar del país en plena guerra de
El papel del coro en este segundo título es notable, interviniendo en todos los número excepto el dúo final y, bien como protagonista o bien como colchón armónico de los solistas, requiere de poderosa presencia, dificultad añadida, ya que la obra exige reducidos efectivos en la formación.
Al frente del reparto, Axier Sánchez y Sonia de Munck son las voces principales de Carlos (
Al frente de la orquesta, Álvaro Albiach -ya habitual de Oviedo, que le ha visto el año pasado dirigir ‘El Barbero de Sevilla’ o este año ‘El Retablo del Maese Pedro’- tomará la batuta de
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