sábado, 9 de abril de 2011

‘La Chulapona’ más viajera llega a Oviedo




09/04/2011

Es una de las producciones más viajeras de la historia del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Estrenada a finales de los años 80 –incluso todavía circula un DVD con la grabación que Televisión Española realizó del espectáculo en 1988- la ‘Chulapona’ que mañana subirá el telón como segundo título del Festival Lírico ha viajado por toda América, parte de Europa, por supuesto España, y ha llegado hasta Japón, siempre cosechando aplausos. La visión escénica de Gerardo Malla y la coreografía que por entonces supuso el debut en la Zarzuela de Goyo Montero han sobrevivido a más de veinte años y cientos de artistas.

Desde el año 2004, cuando por fin terminó su periplo y fue guardada en baúles, ‘La Chulapona’ de Malla y Montero parecía olvidada, sin embargo, este año desempolva sus trajes y devuelve a la vida al espectáculo, incluso con las protagonistas originales –Milagros Martín y Carmen González- secundadas por el joven tenor argentino Marcelo Puente, y un plantel de secundarios ‘históricos’ del género, que incluye a Luis Varela, Jesús Castejón y Luis Álvarez. Incluso la tonadillera Charo Reina aparecerá por el escenario. La batuta de José Miguel Pérez Sierra vuelve al foso del Campoamor tras haber dirigido esta misma temporada ‘El Elixir de Amor’ en la Ópera de Oviedo. Todo en cuatro funciones que se desarrollarán hasta el próximo sábado, los días 10, 12, 14 y 16, siempre a las 20 horas.

‘La Chulapona’, comedia lírica estrenada en el Teatro Calderón de Madrid en 1934, devuelve a Oviedo el nombre del compositor Federico Moreno Torroba y los libretistas Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, los mismos autores que crearon la ‘Luisa Fernanda’ que se vio el mes pasado en el Campoamor. Sin embargo, alejan el foco de la visión histórica de aquella zarzuela –que se desarrollaba durante la caída de Isabel II y la proclamación de la I República- para centrar su atención en el casticismo, por aquel entonces en alza con la ‘Doña Francisquita’ compuesta por Amadeo Vives, sobre un libreto firmado por los mismos autores que ‘La Chulapona’.

La historia vuelve a plantear un trío amoroso, pero en este caso entre dos mujeres y un hombre, y busca más el acercamiento psicológico, trazando de manera precisa los perfiles de carácter de los protagonistas, bien diferenciados entre la sufridora maestra de plancha, Manuela (Milagros Martín) y la joven e impetuosa oficiala Rosario (Carmen González). Entre ellas José María (Marcelo Puente), es el hombre caprichoso que va de una a otra, aprovechándose de las mujeres. Pese a que la obra de Torroba siempre tiende hacia la tragedia, existen momentos más cómicos que alivian la dura historia principal, a través de una trama secundaria que incluye tópicos del género, como el organillero achulado y algo aprovechado (Castejón), el viejo pobre cesante (Varela) o la prestamista (Charo Reina).

La calidad literaria de la historia, algo tristemente inusual dentro del género, aunada con una inspirada partitura llena de lirismo hicieron que desde su estreno ‘La Chulapona’ haya sido un título que ha gozado de gran prestigio en los teatros de todo el mundo. La música de Torroba acude a las raíces del género lírico español, con las consabidas peteneras, romanzas, dúos, tríos y mazurcas, pero incluye elementos nuevos como la guajira cubana, e incluso acude al flamenco en el tercer acto, con ballet y conjunto de guitarristas, percusión y palmeros, además de la voz de la cantaora María Peralta.

El trabajo actoral es también muy importante, ya que la trama avanza prácticamente en su totalidad en el texto hablado, más allá de los números musicales, por lo que el plantel de actores incluye conocidos rostros de la televisión y el teatro, con nombres como Luis Perezagua o Saturnino García.

La versión de Gerardo Malla busca el realismo a través de los cuatro cuadros que alojan cada uno de los actos de la zarzuela, con un escenario amplio de gran fondo y altura que busca el detalle y el figurativismo, haciendo reconocible cada uno de los emplazamientos de la acción. Sin embargo, la aportación de Goyo Montero subraya la antinaturalidad del canto, a través de la introducción por sorpresa de números coreográficos que implican un cuerpo de baile, e incluso la participación del coro. Porque el papel de la Capilla Polifónica en esta producción no se limitará al canto, sino que tendrá su parte actoral y coreográfica, un reto para la formación que dirige Miguel Campos, y que debuta en este título, ya que las anteriores representaciones de ‘La Chulapona’ en Oviedo corrieron a cargo del Coro Lírico.

‘La Chulapona’ aporta a la historia del género números que han cobrado vida propia más allá de la obra para la que nacieron. Para los recitales quedan el dúo “Ese pañuelito blanco”, la romanza “Tiene razón amigo” o la guajira del abanico. Además, la zarzuela supone una de las mayores apologías de la tauromaquia a través del pasacalle “Dejaría de ser madrileño” y culmina con uno de los chotis que desde su creación se ha convertido en emblema de la ciudad “Chotis de Madrid, baile popular”.

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